silencio mistico (poema)

Danza de cenizas rojas, marchita la tarde, deshoja la vida, no mitiga el dolor

Lo hace más lánguido, más nocturno

Deseando la venganza, mordiendo el odio, masticando inocencia, escupiendo verdades

Mas la discordia de la mente se hace tortuosa, y el cuerpo deja acciones en el aire

Capacita al alma y lo separa de la mortalidad, viajan, se desconocen, se miran, pero no se hablan

Que será de los seres mudos que sienten la muerte, que vuelan sin rumbo y que calcinan sus recuerdos con caricias falsas.

Mas no he de ser yo quien le de la bendición, quien les indique el camino, pues el mió es uno de los mas turbios, uno que no se puede pisar, uno sin retorno.

Donde las espinas te abrasan y lo espeso del aire te ahoga y te marchita,

Te sumerge en un sopor, llamado realidad.

Temblando ante la soledad, tildando a todos de pobres seres

Cubriendo de bálsamo las heridas de mortales

Mas tu dolor es eterno

La tortura se vuelve dulce

Sin una gota de humanidad, deambulas por la noche

Sin medir la tristeza pereces en un mar de pétalos negros

Flotas sin alma, mueres sin cuerpo

Naces sin hambre, lloras sin ojos

Danzas sin música, creces sin años

Siempre igual, espejo de mil años

Sin vos, sin amores, sin abrazos, sin sonrisas, mueres.

Soy la diosa que pregona la peste eterna

Soy quien te dará el sabor amargo a tus labios

Soy nueva, soy etérea

Sueños y amargas añoranzas, quien del cuello te tiene

Quien hace bailar tus pupilas en la mas detestable de las tinieblas.